Fabiola “N”, trabajadora de la Central de Abastos de Iztapalapa , fue brutalmente golpeada por una pareja de comerciantes, Salomón “N” y Norberta “N”. El hecho quedó grabado en cámaras de seguridad. Ella asegura que ha sido acosada y agredida por ellos desde que tenía 15 años. Tras el ataque del 29 de mayo, perdió su empleo y solo recibió 30 mil de los 50 mil prometidos como compensación. La FGJCDMX no le dio seguimiento al caso.
Ataque brutal en la Central de Abastos: Fabiola denuncia 20 años de violencia y hostigamiento
La Central de Abastos de Iztapalapa , uno de los espacios económicos más importantes de la Ciudad de México , ha sido escenario en múltiples ocasiones de conflictos laborales, disputas territoriales y actos de violencia entre vendedores . Pero este año, el caso de Fabiola “N.” , una trabajadora que asegura haber sido víctima de violencia sostenida por más de dos décadas , volvió a colocar bajo la lupa a esta zona comercial.
El pasado 29 de mayo , Fabiola fue golpeada por una pareja de comerciantes , Norberta “N.” y Salomón “N.” , cuando circulaba por uno de los pasillos del mercado. El incidente fue grabado por cámaras de seguridad , lo cual permitió que circulara públicamente y fuera difundido por el periodista Carlos Jiménez en C4 en Alerta .
¿Cómo ocurrió la agresión?
Según el testimonio de Fabiola:
- Caminaba por la Central de Abastos el 29 de mayo cuando Norberta “N.” comenzó a insultarla y jalársela del cabello .
- En cuestión de segundos, Salomón “N.”, su esposo, se interpuso no para separar, sino para agredirla directamente con puñetazos en el rostro, nariz y cabeza .
- Al caer al suelo, varios testigos intentaron intervenir, pero el hombre continuó con la paliza.
- Finalmente, un conocido de Fabiola logró separarlo, aunque ella terminó con lesiones graves : fractura dental, tabique desviado, esguince cervical y contusiones varias.
El video muestra cómo comerciantes se acercaban a grabar antes que a ayudar , algo que refleja una cultura de indiferencia y hasta complicidad en ciertos sectores del mercado.
Historia de hostigamiento prolongado
Lo más impactante del caso es que Fabiola asegura que el trato violento de esta pareja hacia ella viene desde hace 20 años , cuando apenas tenía 15 años de edad y llegó a la Ciudad de México procedente de Oaxaca .
“Cuando llegué a trabajar aquí, él empezó a insultarme, a amenazarme y a hacerme la vida imposible”, relató.
Este tipo de dinámicas, donde un grupo de comerciantes ejerce control mediante violencia física y psicológica , no es inusual en espacios tan competitivos y poco regulados como las grandes centrales de abasto.
Acuerdo extrajudicial y promesa incumplida
Tras el ataque, y según relata la afectada:
- Fue internada en un hospital privado con diagnóstico de costilla rota, diente fracturado y lesiones cerebrales menores .
- Le ofrecieron 50 mil pesos como compensación económica y la presionaron a firmar un acuerdo en el que se comprometía a no presentar denuncia formal .
- Solo recibió 30 mil pesos , y ahora enfrenta acusaciones de querer lucrarse con el caso.
“Ahora me dicen que solo busco dinero, pero llevo 20 años soportando esto… ya no puedo más”.
Reacción de la Fiscalía General de Justicia
Fabiola acudió a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) con el objetivo de presentar una denuncia formal por agresión física y emocional prolongada , sin embargo, le informaron que no darían seguimiento al caso , lo cual ha generado indignación entre activistas y defensores de los derechos humanos.
Este tipo de respuestas institucionales refuerza la sensación de impunidad y dificulta que otros casos similares salgan a la luz .
Contexto de violencia en la Central de Abastos
Este espacio, aunque vital para la economía nacional, también es conocido por tener zonas de bajo control institucional , donde se han documentado casos de:
- Intimidación laboral
- Control territorial informal de áreas de venta
- Contratación de grupos criminales para protección personal
- Acoso y violencia de género sistémica
Muchos trabajadores y trabajadoras prefieren evitar conflictos y mantenerse callados , temiendo represalias o la pérdida de sus fuentes de ingreso.
Reacciones en redes sociales
Usuarios de plataformas como X (antes Twitter), Instagram y Facebook han expresado su apoyo a Fabiola, así como su indignación frente a la falta de acción de las autoridades. Entre los comentarios más destacados están:
- “Esto pasa todos los días y nadie hace nada. Los comerciantes tienen miedo de hablar”.
- “Si te metes con alguien poderoso, te eliminan. Y si hablas, te tachan de aprovechadora”.
- “Esa gente contrata a matones para controlar espacios. No es casualidad”.
- “Le hicieron firmar un papel para que no los denunciara… eso huele a pacto de silencio”.
Muchos insisten en que se debe revisar el entorno laboral de la Central de Abastos y que se tomen medidas reales para proteger a quienes denuncian.
Conclusión: violencia estructural en el trabajo
El caso de Fabiola no solo es un episodio puntual de violencia, sino un ejemplo de cómo en algunos entornos laborales persisten prácticas de intimidación, violencia física y anulación de voz de las víctimas .
Aunque el video captado por cámaras de seguridad ayuda a visibilizar lo ocurrido, la respuesta institucional sigue siendo débil o ausente , lo cual pone en riesgo a otros trabajadores que enfrentan situaciones similares .
Mientras Fabiola se recupera en su casa, el mensaje colectivo sigue siendo claro:
“No más violencia en los mercados. Las agresiones deben investigarse y castigarse”.
