Los ataques con proyectiles explosivos arrojados desde drones en zonas habitacionales de Caborca, en Sonora, serían un acto para amedrentar a los remanentes de la célula de Los Pelones, afines a La Chapiza, y detrás de ellos eatarían Los Rusos, huestes de la Mayiza, como parte de las escaramuzas en la guerra interna del Cártel de Sinaloa.
Así lo informaron fuentes de las agencias de seguridad que han atendido los Códigos Rojos, quienes incluso han tenido que detonar algunos de estos explosivos que cayeron y no estallaron; esta versión también es reforzada por mensajes en redes sociales que operan los grupos del narco, así como periodistas que cubren nota roja y policiaca en la región en disputa entre la facciones de El Ruso, quien opera desde Baja California hasta San Luis Río a Colorado en contra de El Pelón o el 8 de Sonoyta, quien fue detenido en Sinaloa.
En menos de una semana suman cinco artefactos explosivos arrojados desde drones, se trata de unos proyectiles azules con un pequeño alerón, rellenos con químicos que al impactarse en una superficie arrojan perdigones, pedazos de hierro o clavos, que debido a la altísima velocidad con la que salen proyectados fácilmente pueden mutilar o matar a varias personas.