En México, los cuerpos policiales enfrentan una profunda crisis de abandono y falta de apoyo por parte de los tres niveles de gobierno, lo que compromete su función de garantizar la seguridad en el país y de asegurar un empleo digno.
La vulnerabilidad de la primera línea de cuerpos de seguridad del país es tan grande que incluso ha sido infiltrada por el crimen organizado, lo que ha generado un boquete en la procuración de justicia para miles de mexicanos.
El reciente informe sexenal presentado por la organización civil Causa en Común denominado “Las policías en México: radiografía de un retraso crónico (2018- 2024)” revela las múltiples deficiencias que enfrentan los elementos de seguridad de este nivel.
De inicio, este documento expone que, son justamente las corporaciones municipales en la República mexicana las que registran más bajas por decesos a manos del crimen organizado. Le siguen los cuerpos de seguridad estatal y federal.
“Con la desaparición del Fondo para el Fortalecimiento de la Seguridad, se generó un vacío en el apoyo económico que los municipios recibían para reforzar sus cuerpos de seguridad. La eliminación de este recurso impactó en la capacidad operativa de las policías municipales, que se encontraban ya en una situación precaria en términos de salarios, equipamiento y condiciones laborales”, precisó la organización.
Causa en Común ha insistido que el excesivo poder con el que se ha dotado a la Guardia Nacional en los últimos años en materia de presupuesto y facultades ha terminado por sepultar a las policías municipales, pues en consecuencia se les ha mermado en las bolsas económicas que se les asignan cada año.
El censo de agentes de seguridad abatidos supera los mil 700 elementos, solo en la anterior administración federal, lo que ha ocasionado zonas de silencio y una falta de capacidad de reacción para enfrentar a los cárteles de la droga, que los superan fácilmente en armamento y poder adquisitivo.
Armando Luna, especialista en seguridad pública y crimen organizado en México, advirtió que los policías enfrentan condiciones de trabajo sumamente desfavorables y riesgos significativos en su labor diaria.
“No solo carecen de sueldos y prestaciones adecuadas que les aseguren una vida digna, sino que también carecen de apoyo socioemocional necesario para enfrentar el estrés que conlleva su trabajo”, dijo el especialista.
A esta situación se suman las constantes amenazas por parte del crimen organizado, que ejerce presión sobre ellos de manera continua.
De acuerdo con el Modelo Nacional de Policía y Justicia Cívica, en promedio, por cada 100 mil habitantes, hay 0.9 policías municipales. Sin embargo, existen zonas del país que concentran un mayor número de policías en relación con su población, así como presupuestos más altos para equipar a sus elementos, a pesar de los índices de inseguridad que persisten en regiones consideradas focos rojos.
Apenas poco más del mínimo, el salario de los policías
La falta de capacitación y los bajos salarios merman aún más este trabajo. A nivel nacional, el sueldo promedio de los cuerpos de seguridad es de aproximadamente 8 mil 100 pesos mensuales, según datos del sitio gubernamental Data México.
Si bien esta cifra varía entre entidades federativas, existen regiones donde el salario de un elemento de seguridad municipal apenas rebasa el salario mínimo. Por ejemplo, en Veracruz, el ingreso mensual de un policía es de 8 mil 651 pesos, cifra que es menor que la de un elemento policiaco en Quintana Roo, que gana en promedio más de 15 mil pesos.
Ante estas disparidades, en junio de 2021, la Comisión de Salarios Mínimos y el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública propusieron un salario digno estimado de 13 mil 639 pesos mensuales para los policías con el objetivo de mejorar sus condiciones laborales y de vida.
La carga de trabajo impacta la seguridad pública
A pesar de estos llamados, la realidad que enfrentan los policías en México roza la precariedad, ya que trabajan turnos de 24 horas o más, y reciben pocas o nulas prestaciones. Además, son frecuentemente tratados de manera denigrante por parte de sus superiores.
Por si fuera poco, tampoco cuentan con el equipo adecuado para realizar sus labores; por ejemplo, muchos no cuentan con chalecos antibalas o los que hay se encuentran en mal estado, no tienen municiones suficientes y los uniformes los deben costear de su propio salario.
En México, de los 2 mil 457 municipios que conforman el país, 650 no cuentan con una fuerza de seguridad municipal propia. Esto implica que alrededor del 4 por ciento de la población que reside en estas demarcaciones carece de cuerpos de seguridad locales.
