Las chinches se han convertido en el centro de la preocupación en varias partes del mundo en los últimos meses, con informes de infestaciones en aumento. Pero lo que resulta aún más intrigante es por qué la sola idea de estos insectos puede provocar picazón, incluso si nunca has tenido una experiencia real con ellos.
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Aunque las picaduras de chinches pueden desencadenar una terapia cognitiva, rara vez causan problemas de salud física significativos en los seres humanos. Sin embargo, lo que puede ser más preocupante es el impacto en la salud mental de aquellos que han tenido experiencias con estas plagas, lo que puede desencadenar ansiedad, flashbacks e insomnio.
¿Por qué pensar en chinches nos hace rascarnos?
El fenómeno de sentir picazón cuando pensamos en chinches, incluso si no hemos tenido un encuentro real con ellos, se debe a la conexión mente-cuerpo. La Dra. Heather Sequeira, psicóloga clínica especializada en ansiedad y conductas obsesivas, explica en un articulo publicado en la BBC , que nuestro cerebro tiene la capacidad de asociar pensamientos o imágenes mentales con sensaciones físicas. Cuando pensamos en chinches, el cerebro puede activar recuerdos o imágenes asociadas con la incomodidad de ser picado por un insecto, desencadenando patrones neuronales que aumentan la sensación en la piel.
Este tipo de picazón psicógena, que no tiene una causa dermatológica ni sistémica, es bastante común. Sin embargo, cuanto mayor sea el miedo o la repulsión que sientas hacia las chinches, mayor será la probabilidad de experimentar estas sensaciones. La Dra. Sequeira señala que todos tenemos un cierto grado de picazón psicógena, pero se amplifica cuando sentimos miedo o ansiedad, lo que nos lleva a estar más alerta ante una posible “amenaza”.
chinchesGary Alpert, Universidad de Harvard/California Department of Public Health
La intensidad de esta reacción varía según la salud mental de cada individuo. Las personas que se sienten relajadas tienden a experimentar picazón psicógena como un pensamiento pasajero, mientras que aquellos que están estresados o cansados pueden experimentarla de manera más persistente. Además, el miedo de que tu propio dormitorio ya no sea un lugar seguro puede agravar el problema, ya que encontrar una chinche en la cama puede ser mucho más perturbador que encontrarla en otro lugar.
La Dra. Abigael San, especialista en terapia cognitiva , explica, en el mismo articulo, que la sensación de picazón está relacionada con la capacidad del cerebro de generar imágenes significativas. Cuando una imagen contiene información amenazante, el cerebro reacciona como si la amenaza estuviera realmente presente, lo que puede provocar una intensa sensación de picazón. Para muchas personas que temen a los insectos, simplemente evocar una imagen de chinches puede ser aterrador.
