Una mujer se llevó una gran sorpresa tras rescatar a un al animal a una semana de haber nacido. ¡Pensó que era un gatito!
Una mujer rescató a un animal bebé creyendo que era un pequeño gatito, pero resultó ser una pantera. Los hechos quedaron registrados en un video que circuló en redes sociales.
Un caso sumamente extraño y curioso se dio a conocer en internet, luego de que una mujer se llevó tremenda sorpresa tras rescatar al que se supone que sería un lindo e indefenso gatito, para luego darse cuenta de que no era un gatito.
La chica y su historia ya se hicieron virales en redes sociales, donde esta se acompaña con imágenes increíbles de como el animal convive y juega con su dueña y el perro.
Fue por medio de un video en el que se contó cómo fue que la chica encontró a una pequeña cría de pantera a mitad de su camino y cuando lo vio, así pequeño y bonito, lo levantó para llevarlo a casa y cuidarlo para que este sobreviviera.
Con el paso del tiempo, este se hizo más fuerte y formó parte de la familia, e incluso en las imágenes se ve cómo es que aún siendo un cachorro, ella lo sostenía sin problemas e incluso como el animalito jugaba con un perro.
Hoy, Luna -nombre puesto al felino- es una enorme pantera que juega junto a su dueña y a su amiga, una perra rottweiler. La complicidad entre la chica y los dos animales ha dejado a los usuarios boquiabiertos cada vez que se comparte un nuevo video en la cuenta de Instagram @luna_the_pantera.
La emotiva historia de Luna, la pantera rechazada por su madre
La historia de Luna comenzó cuando fue rescatada de un zoológico ambulante que se movía por Siberia. En ese momento, era apenas un cachorro de una semana de vida y su madre la rechazó, negándose a alimentarla. La chica, por el tamaño del animal, pensó que era un gatito hasta que la vio crecer.
El zoológico carecía de los recursos necesarios para cuidar a un cachorro de pantera tan vulnerable, por lo que se pusieron en contacto con Victoria Rovskaya, reconocida por su experiencia en la rehabilitación de animales exóticos y felinos salvajes.
Victoria accedió a acoger al cachorro y pasó semanas cuidando de la pequeña para asegurar su bienestar. Decidió llamarla Luna cuando superó el período más crítico y todo indicaba que crecería sana y fuerte.
