Vecinos de Lomas de Tecamachalco denuncian que, a pesar de una orden de suspensión vigente desde septiembre de 2024, la construcción de una torre habitacional de siete niveles en Fuente de los Leones 27 sigue avanzando. El desarrollo, que excede en más del doble el límite permitido de tres pisos, ha devastado un área verde federal y ha alterado la permeabilidad del suelo, clave para la recarga de los mantos acuíferos.
La obra fue clausurada en su momento por el Ayuntamiento de Naucalpan, que dejó sin efecto las licencias de construcción y uso de suelo tras un fallo judicial. Sin embargo, vecinos aseguran que en el lapso en que las autoridades tardaron en hacer cumplir la suspensión en ese entonces de —más de cinco semanas—, el edificio creció al menos dos pisos más. “Les dieron el pitazo y reforzaron los trabajos; había gente trabajando a horas inusuales”, denunció un litigante involucrado en el caso. De acuerdo con los residentes, la construcción habría sido autorizada con base en un Plan de Desarrollo Urbano aprobado en la administración de la exalcaldesa Patricia Durán, el cual posteriormente fue declarado insubsistente.
A pesar del proceso legal impulsado por colonos, la obra se reanudó en enero de 2025 y actualmente se encuentra en su fase final. Un peritaje solicitado por el Juzgado Décimo de Distrito en el Estado de México confirmó, a través de imágenes satelitales, que la construcción se ubica dentro del Área Natural Protegida Sujeta a Conservación Ambiental Barrancas Río La Pastora, Río de La Loma y Río San Juan. Sin embargo, los denunciantes señalan que el juez desestimó su derecho a reclamar por la afectación ambiental.
Vecinos advierten que este no es un caso aislado, pues al menos 20 construcciones más están en proceso en la zona, algunas de ellas también en áreas protegidas. La sobreexplotación del acuífero ya ha dejado inactivos cinco de los nueve pozos existentes, mientras que los drenajes de los nuevos complejos habitacionales han generado malos olores en colonias vecinas como La Herradura.
Pese a los reiterados llamados al Gobierno del Estado de México, al municipio de Naucalpan y a las autoridades ambientales, las construcciones continúan. Los residentes insisten en que la intervención de las autoridades es urgente para frenar el daño ecológico y garantizar el respeto a las normas de desarrollo urbano en Naucalpan.
