Una mujer en Massachusetts será obligada a regresar un anillo de compromiso valuado en 70 mil dólares luego de la ruptura de su relación
Las rupturas amorosas suelen ser complicadas y dolorosas, pero cuando una boda se cancela, no solo se rompen corazones, sino que surgen preguntas difíciles, por ejemplo “quién debería quedarse con el anillo de compromiso”. Este fue el caso de una pareja en Massachusetts, donde un anillo de diamantes valuado en 70.000 dólares se convirtió en el centro de una disputa legal que llegó hasta la Corte Suprema del estado.
El caso de Bruce Johnson y Caroline Settino
Bruce Johnson y Caroline Settino comenzaron su relación en el verano de 2016. Durante el tiempo que estuvieron juntos, disfrutaron de múltiples viajes a destinos como Nueva York, Maine, las Islas Vírgenes e Italia, todos pagados por Johnson, quien también la llenó de regalos costosos, como ropa de diseñador, joyas, zapatos y bolsos.
En agosto de 2017, Johnson decidió dar un paso más en su relación y pidió la mano de Settino con un anillo de compromiso valuado en 70.000 dólares, un gesto tradicional, pero con un toque de lujo que consolidaba sus planes de boda..
La pareja parecía tener un futuro prometedor. Sin embargo, solo dos meses después, cuando Johnson también había comprado dos argollas de matrimonio con un valor de 3.700 dólares, las cosas empezaron a deteriorarse.
Según documentos judiciales, Johnson notó un cambio en la actitud de Settino, quien comenzó a criticarlo constantemente y, lo que es más impactante, no lo apoyó cuando fue diagnosticado con cáncer de próstata.
¿Quién se queda con el anillo?
Tras la cancelación, la cuestión de quién debía quedarse con el costoso anillo de compromiso quedó sin resolver. Inicialmente, un juez de primera instancia falló a favor de Settino, argumentando que Johnson había terminado el compromiso bajo la falsa impresión de que ella le era infiel. Sin embargo, la situación dio un giro cuando una corte de apelaciones dictaminó que Settino debía devolver el anillo.
El caso finalmente llegó a la Corte Suprema de Massachusetts, que en septiembre de 2024 emitió un fallo histórico. En su veredicto, los jueces dejaron atrás una regla de seis décadas que requería investigar quién había tenido la culpa de la ruptura para determinar el destino del anillo.
En su lugar, establecieron que el anillo de compromiso, al ser un regalo condicional, debe ser devuelto a la persona que lo compró si la boda no se lleva a cabo, sin importar quién fuera responsable de la cancelación.
“Nos unimos a la tendencia moderna adoptada por la mayoría de las jurisdicciones que han considerado este asunto”, escribieron los jueces en su decisión. “En casos como este, en los que la boda prevista no se lleva a cabo y el compromiso termina, el anillo de compromiso debe ser devuelto al dador, independientemente de quién tuvo la culpa”.
La abogada de Johnson, Stephanie Taverna Siden, celebró el fallo, considerándolo justo y equitativo, mientras que el abogado de Settino expresó su decepción, pero reconoció que la corte había seguido una tendencia que se impone en la mayoría de los estados.
¿Un anillo de compromiso es siempre un regalo condicional?
Este caso plantea una cuestión interesante: ¿es un anillo de compromiso un regalo como cualquier otro, o es un objeto condicionado a la realización de la boda? En la mayoría de los estados de Estados Unidos, el anillo de compromiso es considerado un regalo condicional.
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Esto significa que, si la boda no se celebra, el anillo debe ser devuelto a quien lo compró. Sin embargo, algunos abogados argumentan que este concepto está basado en nociones anticuadas que ya no reflejan la realidad moderna de las relaciones.
Nicholas Rosenberg, el abogado de Settino, afirmó que la idea de un anillo de compromiso como un regalo condicional es una laguna legal que debería reconsiderarse. “Creemos firmemente que este concepto está basado en nociones obsoletas y que ya no tiene cabida en nuestra regla bien establecida de que la ruptura de una promesa de matrimonio no es un daño reconocido por la ley”, comentó Rosenberg.
¿Qué pasaría si esto se convierte en ley?
De ser un caso aislado, también podría ser aplicado a celebridades A lo largo de los años, muchos artistas han vivido especulaciones al ponerle fin a sus compromisos, esto ha dejado la duda de qué pasaría con sus costosos anillos. Algunos de los más buscados son:
1. Jennifer López y Ben Affleck
La historia de amor entre Jennifer López y Ben Affleck fue uno de los romances más seguidos en los años 2000. Ben Affleck le propuso matrimonio a la cantante con un impresionante anillo de 1,2 millones de dólares. Aunque el compromiso fue cancelado poco antes de la boda, y en la actualidad no terminó bien, se sabe que JLo se quedó con la pieza.
2. Jennifer López y Alex Rodríguez
Dos años después de comenzar su relación, Alex Rodriguez le propuso matrimonio a Jennifer López durante un viaje romántico a las Bahamas con un anillo de diamantes de 15 quilates, cuyo valor se estima entre uno y cinco millones de dólares. Aunque todo parecía indicar que la pareja llegaría al altar, la pandemia de COVID-19 y otros factores llevaron a su ruptura en marzo de 2021. Este aún le pertenece a JLo.
3. Christian Nodal y Belinda
En 2022, la relación entre el cantante mexicano Christian Nodal y la actriz y cantante Belinda llegó a su fin. El anillo de compromiso que Nodal le regaló a Belinda tenía un valor de 50 millones de pesos mexicanos, pero hasta la fecha, el cantante no ha pedido su devolución, lo que ha generado especulaciones entre sus seguidores.
4. Rosalía y Rauw Alejandro
Tras su ruptura en 2023, Rosalía mostró cómo transformó el anillo de compromiso que Rauw Alejandro le había regalado en un pendiente. La joya, una pieza de la firma Jessica Flinn-Allen valorada en 183.000 dólares, ahora forma parte de su estilo personal.
5. Lady Gaga y Taylor Kinney
Lady Gaga y el actor Taylor Kinney se comprometieron en 2015 con un anillo de diamantes en forma de corazón valorado en 400.000 dólares. Sin embargo, la pareja se separó antes de llegar al altar. Gaga, posteriormente, se comprometió con su representante Christian Carino, quien le regaló un zafiro rosa rodeado de diamantes, valorado también en 400.000 dólares. Ambas piezas se quedaron con la cantante.
El caso de Johnson y Settino destaca la complejidad emocional y legal de las relaciones modernas, donde las joyas de lujo pueden ser tanto símbolos de amor como fuentes de conflicto. La resolución de la Corte Suprema de Massachusetts establece un precedente claro: un anillo de compromiso es un regalo condicional, y si la boda no se celebra, debe ser devuelto al dador, sin importar las circunstancias de la ruptura.