COLOMBIA.– Una joven tatuadora hizo viral a su abuelito, en redes sociales, por la petición tan particular y enternecedora del señor, pues quería que lo tatuara.
En el video, se ve a la joven preparando las herramientas para el tatuaje, quería que todo saliera perfecto para inmortalizar un momento lleno de emotividad.
El hombre quiso plasmar las últimas palabras que dijo su esposa antes de morir: “Ramón y Finita”. Esa es la pequeña frase que se plasmó para siempre, específicamente en el brazo izquierdo, acompañada de la firma de la mujer que lo enamoró todos los días.
La tatuadora compartió el proceso de creación en TikTok, acompañando el video con un mensaje: “A veces los tatuajes pueden ser parte del proceso de duelo para recordar a una persona y llevarla para siempre en la piel”, escribió la joven en la descripción.
El desenlace del conmovedor video muestra al abuelo luciendo con orgullo los tatuajes en sus brazos, lleno de emoción y gratitud hacia su talentosa nieta.
(Foto: TikTok)
En tanto en Rusia un hombre de 37 años, residente en la región de Cheliábinsk (Urales), mantuvo secuestrada a una mujer durante 14 años hasta que la víctima logró escapar y finalmente denunciar los hechos.
Según los investigadores, el secuestrador invitó a su casa a la víctima en otoño de 2009, cuando ésta tenía 19 años y, desde entonces, la retuvo en su vivienda.
En días recientes, “tras agudizarse la afección psíquica” del captor y su ingreso forzoso en un centro médico, la víctima logró huir de su casa.
“Actualmente, el hombre se encuentra bajo la supervisión de agentes del orden en una institución médica psiquiátrica”, señala un comunicado oficial.
Según los investigadores, el secuestrador también está implicado en un asesinato cometido en 2011, cuando presuntamente descuartizó a una víctima y enterró sus restos en el sótano de su casa.
El canal de ‘Telegram Mash’ dio a conocer que la mujer asesinada era amiga de la que ahora logró escapar del cautiverio.
De acuerdo con ese medio, el secuestrador violaba a sus víctimas, se comportaba de forma agresiva y bebía mucho. Según algunas fuentes, el hombre apenas salía a la calle y evitaba encender las luces en la casa, por lo que nadie nunca sospechó nada.
Al parecer, el escape de la víctima pudo llevarse a cabo cuando el secuestrador iba a ser ingresado en el hospital, se le olvidó cerrar la habitación de la víctima, por lo que la mujer logró darse a la fuga y pedir ayuda a los vecinos.
19 años tenía la víctima cuando fue secuestrada por su captor como esclava sexual.
