Recientemente, los avistamientos y “convivencia” con osos es una convivencia pacífica, hasta ahora, en la que los expertos coinciden en que sería una muestra de lo que está haciendo el cambio climático, que obliga a esos grandes mamíferos a buscar alimento.
La mayoría de episodios se han registrado en el municipio de San Pedro Garza García, en el estado de Nuevo León, así como en municipios aledaños, una zona rodeada de espesos bosques en los que sobrevive los osos negros.
Sin embargo, en Japón un oso desató el caos en un supermercado del norte, que finalmente fue capturado después de pasar dos días explorando los pasillos, atacando a un empleado y saqueando la sección de carnes, informaron las autoridades.
El incidente comenzó el sábado (30 de noviembre), cuando el oso, de aproximadamente un metro de altura, irrumpió en la tienda. Su primera víctima fue un trabajador de 47 años, quien sufrió una leve lesión en la cabeza.
“El animal parecía decidido a probar todo lo que no encuentra en el bosque”, comentó el gerente de la tienda, señalando los daños a los estantes y la evidente preferencia del intruso por la carne fresca.
Tras el ataque, las autoridades locales desplegaron un operativo que incluyó drones para localizar al oso dentro del establecimiento. “Nos enfrentábamos a un oso con buen gusto y paciencia”, declaró un portavoz de la policía.
El domingo, los oficiales ingresaron al supermercado equipados con escudos y vestimenta de protección, utilizando una entrada cubierta por plástico. Finalmente, el oso fue encontrado en el área de almacenamiento, lo que llevó a los trabajadores a instalar una caja trampa con miel y manzanas, aparentemente la tentación perfecta para el hambriento intruso.
El lunes, el oso fue capturado y posteriormente sacrificado, informó un representante del ayuntamiento de Akita.
Los encuentros entre humanos y osos están en aumento en Japón, particularmente en las regiones montañosas del norte. Según la emisora pública NHK, los ataques alcanzaron un récord en el último año fiscal, que concluyó en marzo.
Expertos sugieren que el cambio climático podría estar jugando un papel importante. Las alteraciones en los ciclos de floración y polinización están afectando las fuentes de alimento tradicionales de los osos, empujándolos a incursionar en áreas urbanas.