
Tlalnepantla de Baz se ha convertido en el foco rojo de la inseguridad en el Estado de México. Según los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, correspondientes al primer trimestre de 2025, este municipio obtuvo la peor calificación en materia de seguridad y comunicación gubernamental, colocando en entredicho la gestión del presidente municipal Raciel Pérez Cruz.
Los números de un fracaso
La encuesta reveló que solo el 12.6% de los tlalnepantlenses afirmó conocer las políticas implementadas por el gobierno municipal para prevenir la violencia. Esto significa que el 87.4% de la población desconoce por completo las acciones que, supuestamente, buscan protegerlos.
Este dato no solo refleja una grave falta de difusión, sino también una desconexión alarmante entre las autoridades y los ciudadanos. Programas como la “Feria Social de Prevención del Delito” o la “Caminata contra la Violencia de Género”, promocionados por Pérez Cruz al inicio de su administración, pasaron desapercibidos para la mayoría.
Inseguridad en aumento y opacidad gubernamental
Mientras el gobierno municipal presume actividades simbólicas, los delitos siguen en aumento. Vecinos reportan robos, extorsiones y violencia con mayor frecuencia, pero no existen canales claros para denunciar o recibir información oportuna.
La falta de transparencia ha generado desconfianza:
- No hay informes periódicos sobre el estado de la seguridad.
- Las campañas de prevención no llegan a la población.
- No se conocen resultados concretos de las estrategias implementadas.
¿Qué sigue para Tlalnepantla?
Expertos en seguridad urbana señalan que, sin comunicación efectiva, ninguna política de prevención funciona. El municipio requiere:
✅ Informes públicos mensuales sobre avances en seguridad.
✅ Campañas masivas en redes sociales y medios locales.
✅ Participación ciudadana activa en programas de vigilancia.
Mientras tanto, Tlalnepantla sigue en declive, y sus habitantes pagan las consecuencias de una administración que no logra conectar con las necesidades reales de su gente.
