Una clínica del Estado de México fue suspendida por el delito de comercialización de fentanilo, la cual es identificada como “Futura” y se ubica en la unidad habitacional San Rafael, de la colonia Coacalco de Berriozábal.
El operativo fue realizado por autoridades de la Secretaría de Marina (Semar), la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios del Estado de México (Coprisem).
La propiedad se registró como parte del sector de la Salud, en donde operaba con sustancias psicotrópicas. Al momento de realizar la verificación, las autoridades detectaron que el establecimiento no contaba con una licencia sanitaria de farmacia hospitalaria y tampoco disponía de libros de control.
De igual modo, la entidad no tenía ningún procedimiento normalizado de operaciones requeridas para el manejo de medicamentos controlados y al interior de las instalaciones, se halló una oficina administrativa con 25 ámpulas de fentanilo, las cuales, no disponían de facturas adecuadas para justificar una posesión legítima.
Asimismo, en el lugar se detectaron recetas médicas irregulares que eran utilizadas para la prescripción de psicotrópicos. Dichos formatos no contaban con la información básica de diagnóstico, cantidad de dosis, vía y frecuencia de administración. Además, también carecían de la firma del médico prescriptor.
Irregularidades en Clínica del Edomex
Tras la indagación las autoridades establecieron que el inmueble no tenía acceso directo al área de hospitalización. Mientras que el área de anatomía patológica no se encontraba debidamente identificada, por lo que no tenían un aviso de funcionamiento.
De igual modo, la instancia no tenía un responsable designado y no poseía un convenio para el manejo de Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI).
Al no cumplir con los requisitos mínimos establecidos en la legislación sanitaria vigente, la Cofepris ordenó una suspensión parcial de las actividades relacionadas con los medicamentos controlados en esta clínica y aseguró 258 piezas de medicina.
En tanto, la Coprisem lanzó un comunicado donde determinó la suspensión total de trabajos de servicios en las áreas del quirófano, farmacia hospitalaria y de Residuos Peligrosos Biológico-Infecciosos (RPBI).
La clínica sumó a estas irregularidades la falta de comercio de medicamentos controlados fraccionados, los cuales eran destinados a pacientes hospitalizados, así como posesión de más insumos de este tipo marcados con la leyenda: “Propiedad del sector Salud”.
En cuanto al área de seguridad del lugar, no existía ninguna garantía de un correcto resguardo. De la custodia de dichos insumos se presentaron únicamente dos facturas de compra de fármacos psicotrópicos. En una de ellas se indicó que su emisión provenía de un proveedor informal.
Por su parte, la Coprisem identificó irregularidades adicionales como la ausencia de registro diario de la temperatura de almacenamiento de los fármacos, áreas de la clínica sin identificación adecuada y la carencia de disponibilidad conforme a los lineamientos de infraestructura hospitalaria.
